Oct 26, 2024

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La Catedral del Cusco: Historia, arquitectura y arte sagrado

La Catedral del Cusco, conocida también como la Catedral Basílica de la Virgen de la Asunción, es más que un monumento religioso; es un símbolo viviente de la historia cusqueña. Situada en la Plaza de Armas, esta majestuosa edificación es un testimonio de la mezcla cultural entre la influencia española y la resiliencia de la cultura andina. Cada rincón de esta Catedral tiene algo que contar sobre la fusión de dos mundos: el indígena y el español. En este blog, te invitamos a explorar la historia, la arquitectura única y el arte sagrado que han convertido a la Catedral en un patrimonio invaluable para Perú y el mundo.

Historia de la Catedral del Cusco

Descubre los orígenes y la evolución de la Catedral del Cusco, desde sus primeros cimientos coloniales sobre un antiguo palacio inca hasta su rol actual como símbolo de fe y cultura en la región.

La historia de la Catedral del Cusco se remonta al siglo XVI, en los inicios de la colonización española en Perú. Su construcción comenzó sobre el antiguo palacio del Inca Viracocha, un lugar de gran importancia espiritual para los cusqueños. La edificación de la Catedral tomó casi un siglo, desde 1560 hasta 1654, y requirió el trabajo de numerosos artesanos indígenas y españoles. Financiada en parte por las minas de plata de Potosí, esta construcción no solo fue pensada como un centro de fe cristiana, sino también como una herramienta de conversión religiosa. Hoy, más allá de su propósito original, representa la historia cusqueña y la unión de culturas que han dejado huella en la región.

Arquitectura de la Catedral del Cusco

Explora la singular arquitectura de la Catedral del Cusco, una obra que fusiona estilos como el gótico, renacentista y barroco, logrando una estructura monumental y detallada.

Influencias arquitectónicas

La Catedral del Cusco es un símbolo de la arquitectura colonial en Sudamérica. Combina los estilos gótico, renacentista y barroco, lo que le da un carácter único y representativo de la época colonial. La nave principal y las capillas laterales fueron construidas con piedra de cantera traída de Sacsayhuamán, lo que muestra la habilidad de los constructores en trabajar con los materiales locales y adaptarlos a estilos europeos, creando un despliegue impresionante de ingeniería y arte.

Elementos arquitectónicos destacados

Entre sus detalles más icónicos se encuentran el retablo mayor, tallado en cedro y cubierto en oro, que resguarda a la Virgen de la Asunción, patrona de la Catedral. También destacan la cúpula y los contrafuertes, que reflejan la adaptación del estilo renacentista español al entorno cusqueño, demostrando cómo se ajustaron las técnicas europeas a los materiales locales. Esta combinación hace de la Catedral una de las joyas arquitectónicas de la región.

Arte sacro en la Catedral del Cusco

El arte sacro en la Catedral del Cusco es una rica muestra de la mezcla cultural entre el catolicismo traído por los españoles y la cosmovisión andina. Este arte no solo cumple una función religiosa, sino que también representa la adaptación y reinterpretación de los valores y creencias de la época. A través de pinturas, esculturas y retablos, la Catedral exhibe la habilidad y creatividad de los artistas cusqueños, quienes lograron expresar esta dualidad cultural en cada detalle, creando un espacio sagrado que honra tanto la fe cristiana como las tradiciones locales.

Obras destacadas de la Catedral del Cusco

La Catedral del Cusco alberga una serie de obras de arte sacro que reflejan el profundo sincretismo cultural de la época colonial. Cada una de estas piezas es un testimonio de cómo la cosmovisión andina se fusionó con el arte y la religión europeos, dando lugar a una identidad única y vibrante en la ciudad. Desde pinturas y esculturas hasta retablos elaborados, estas obras no solo embellecen el templo, sino que también expresan la resistencia cultural y la creatividad de los artistas cusqueños al reinterpretar las influencias extranjeras dentro de su propio contexto.

La Última Cena de Marcos Zapata

Una de las obras más famosas de la Catedral es la pintura La Última Cena de Marcos Zapata, una pieza que pertenece a la famosa Escuela Cusqueña, un movimiento que floreció durante la colonia y que representa la integración de técnicas europeas con simbolismos andinos. En esta obra, el artista cusqueño representa a Jesús y sus apóstoles cenando cuy, un plato tradicional andino, y chicha, la bebida típica de la región, en lugar de vino. Estos detalles locales conectan directamente con la cultura indígena y muestran cómo los artistas cusqueños lograron hacer suyo el arte religioso europeo, en una mezcla que respeta tanto la fe católica como la identidad andina.

El Señor de los Temblores

Otro símbolo crucial en la Catedral es El Señor de los Temblores, una escultura de Cristo en la cruz que es considerada protectora de la ciudad de Cusco. Su imagen oscura y expresión solemne lo diferencian del Cristo europeo, evocando una conexión espiritual con las deidades andinas. El color oscuro de la imagen, según se cuenta, proviene del humo de las velas encendidas durante siglos de devoción, y esto refuerza su vínculo emocional con los cusqueños.

El retablo mayor

El retablo mayor de la Catedral es una pieza monumental, tallada en cedro y recubierta en oro, representativa del estilo barroco. Aunque sigue una estética europea, el retablo fue trabajado en gran parte por artesanos indígenas, quienes integraron sutiles detalles de su cosmovisión en la obra. Este retablo alberga a la Virgen de la Asunción, patrona de la Catedral.

La Virgen de la Asunción

La imagen de la Virgen de la Asunción es venerada por muchos cusqueños y está ubicada en el retablo mayor. A pesar de su origen europeo, se le atribuyen cualidades que recuerdan a la Pachamama, la Madre Tierra en la cosmovisión andina, un ejemplo de cómo el pueblo cusqueño ha reinterpretado figuras religiosas en sus propios términos.

Pinturas de ángeles arcabuceros

Las pinturas de ángeles arcabuceros son uno de los elementos más distintivos de la Escuela Cusqueña. En ellas, los ángeles portan armas de fuego en lugar de los símbolos tradicionales, vestidos con trajes que tienen claras influencias incaicas. Los artistas cusqueños adaptaron estas figuras, inspiradas en modelos europeos, a la estética y simbolismo andino.

La Catedral como Patrimonio de la Humanidad

Conoce el valor mundial de la Catedral del Cusco, reconocida como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, y su importancia en la preservación de la cultura cusqueña.

En 1983, la UNESCO declaró a la Catedral del Cusco como Patrimonio de la Humanidad, reconociéndola como un tesoro invaluable de la historia y el arte mundial. Este título no solo garantiza su preservación, sino que también convierte a la Catedral en un legado que seguirá siendo apreciado por futuras generaciones.

El sincretismo cultural y religioso en la Catedral del Cusco

La Catedral del Cusco refleja el sincretismo religioso que define a la región. En su interior, el catolicismo europeo y la cosmovisión andina conviven en armonía. Durante la época colonial, los misioneros adaptaron elementos cristianos para hacerlos más familiares a los indígenas, facilitando así su conversión. De este modo, los cusqueños integraron sus propias creencias en el nuevo sistema religioso, incluyendo el respeto a la Pachamama y a los Apus, los espíritus de las montañas.

Este proceso generó una fe única. Figuras como la Virgen María y Cristo adquirieron características de las deidades andinas. La Catedral del Cusco se convirtió así en un espacio donde las creencias católicas y andinas se unen y donde se rinde homenaje a santos católicos y dioses ancestrales. Más allá de su arquitectura y simbolismo religioso, la Catedral sigue siendo un espacio donde la identidad cultural andina se mantiene viva y se expresa en cada obra de arte y detalle arquitectónico.